Es cuestión de tiempo

Era junio de 2019. 

 

Estábamos decididos a cambiarlo todo y empezar a proteger al planeta. Empezamos a diseñar los relojes que queríamos fabricar, como tenían que ser, certificaciones, todo.

 

Pero nos faltaba un nombre. No podíamos ir a ningún sitio sin un nombre. 

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— "¿Y qué nombre le ponemos?" — Me dijo Jaime. 

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Llegado este punto creo que no podemos ir a ningún lado si no me sincero contigo. El nombre que le pusimos desde luego que lo sabes, ATOPIA. Pero... ¿Por qué?

 

Este nombre lo elegí porque tiene mucho que ver con mi pasado. Un día, con apenas 10 años mi madre me llevó al médico con fiebre, y le dijo que no entendía por qué era una fiebre tan alta. El médico, sin dudar un solo segundo, le dijo: Miguel es una persona "Atópica" y "Atípica".

 

Esa frase marcó el resto de mi vida. Indirectamente me acababa de decir que ni mi mente ni mi cuerpo reaccionaban de una manera preestablecida, que tenía que aprender a vivir con ello. Así que decidí convertirlo en mi orgullo. 

 

Tan solo hicieron falta unas horas para que me viniese a la mente un silogismo entre lo que nosotros queríamos hacer con nuestra marca y lo que yo soy. 

 

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— "Lo tengo!!"  — Dije — "Atopia, se llamará Atopia"

— "¿Por qué? No le veo la relación" —Dijo Jaime

— "Sí, mira. Lo normal hoy en día es que el medio ambiente no te importe. Nosotros vamos a ir en contra de todo eso, vamos a ser distintos. Y además, mi historia ya está en ese nombre."

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Ese día fue el que dimos el paso definitivo y pusimos nombre a la marca. Aunque se nos quedaba corto y creamos el movimiento #CuestionDeTiempo.

 

Con este movimiento lo que queríamos transmitir era que a veces, hay que ir en contra para hacer las cosas bien. Y sobre todo que hacer las cosas mirando por el medio ambiente no es solo en pro de la tierra sino de todos nosotros. Es dar mas tiempo a quien quieres, a tus amigos, a nuevas generaciones...

 

Todos tenemos nuestra parte atípica, y es cuestión de tiempo que todos hagamos las cosas de esta manera.

 

Un abrazo fuerte,

Miguel