Increíble… Nunca me imaginé escribiendo esto… Y menos que fuese a publicarlo en una web, nuestra web, nuestra marca y ahora la tuya… 

 Soy Miguel! Uno de los fundadores de Atopia, hablo en plural porque somos 2, el otro fundador es mi hermano, Jaime, que quería escribir y no le he dejado 😊 (Me está mirando con cara rara ahora mismo… deberías verlo) 

 Como te decía nunca me imaginé escribiendo esto para que tú lo leyeses y te garantizo que ahora mismo no me entra la sonrisa en la cara. Seguramente a ti te pasará lo mismo cuando acabes de leer esto. Lo siento, la locura se pega (“las mejores personas lo están” – Alicia). 

 Si te soy sincero creo que nuestra locura no es mala, es de esas locuras que descubres un día y ya… pues todo cambia. Tanto que decidimos que queríamos cambiar el mundo. Sí, has oído bien, queremos cambiar el mundo. 

  Desde hace años nosotros vendíamos online, de todo y sin mirar más allá. Hasta que un día nos levantamos y vimos que todo se venía abajo. Y créeme que cuando digo todo es todo. 

  No sé cómo, pero nos dimos cuenta de que lo que hacíamos no era sostenible para nada y que necesitábamos cambiar. Bueno, en realidad sí se cómo… Pero contártelo todo en la primera cita… Esperamos a la segunda, o la tercera, ¿Vale?

 Un tiempo después, fundamos lo que hoy es ATOPIA. Y dirás, vaya nombre raro… Ya te he dicho que estamos locos, aunque esta vez el nombre tiene todo el sentido del mundo. Tiene mucho que ver con mi historia y con la forma en la que hacemos las cosas. Bueno, mucho no, TODO. Algún día te lo contaré, lo prometo 😊 

 En ATOPIA tenemos las cosas muy claras. Sabemos lo que queremos y cómo lo queremos. 

  Queremos hacer que la moda sostenible se deje de ver como algo que es solo para personas que se preocupan única y exclusivamente por el medio ambiente. Como algo distante y que muchas veces parece incompatible con nuestro modo de vida actual. Y lo vamos a conseguir. 

 Vamos a concienciar al mundo de que no solo existe blanco o negro. Hacer ver a todos que lo realmente importante es compensar. Y que se puede vivir bien, sin reventar este planeta. 

  Pero para poder cumplir nuestra misión necesitamos un guía. 

 A los Reyes Magos les guió la estrella fugaz y nosotros teníamos envidia. Así que a nosotros nos guía nuestra propia estrella polar. Que es ni más ni menos que mantener el estilo de nuestros productos intentando reducir el impacto de la fabricación y transporte al máximo. Y lo que no podamos… Lo compensaremos por otra vía como puede ser reforestando zonas devastadas.

 Al fin y al cabo es Cuestión de tiempo. Pronto todos se habrán contagiado de nuestra locura y el mundo será un lugar mucho mejor. Un sitio en el que podamos vivir y llamar hogar durante muchas generaciones más. 

¿A qué esperas? Es Cuestión de tiempo 😉