Por qué nos decidimos por la madera para nuestros relojes

Seguramente te hayas preguntado por qué nos lanzamos a hacer relojes de madera.

Pues bien, desde siempre hemos tenido una conexión con la naturaleza. Nuestra familia siempre ha trabajado el campo y nosotros hemos estado envueltos en ese ecosistema. Esto ha hecho que nos apasione todo lo que tenga que ver con naturaleza y aire libre.

Atopia

En el momento en que decidimos comenzar a diseñar nuestros relojes, buscamos todas las propiedades de la madera y los beneficios que supone su uso frente al metal. Algunos de ellos ya los conocíamos y otros los descubrimos durante la intensa búsqueda. 

Desde luego que la principal ventaja frente al metal es el bajo procesado que necesita la madera. Desde el bosque hasta el producto terminado apenas pasa unos pocos procesos y ninguno de ellos requiere el gasto energético que necesitaríamos para fundir el metal y hacer un reloj. 

Dicho esto, es posible que te estés preguntando... ¿Si queréis ahorrar energía y no destruir el planeta, por qué usáis madera en los relojes? ¿Para conseguir madera no hay que talar árboles?

La respuesta a esta pregunta es un poco compleja, así que lo voy a intentar resumir de la forma más clara posible. Verás, el procesado de la madera requiere cerca de 1/10 de energía que requiere el metal. Sin contar con la extracción que en el caso del metal es una mina y en la madera un árbol que ya se encuentra en la superficie. 

Una vez aclarado esto, es hora de meternos con la parte compleja. Extraer madera de los árboles es bueno si se hace como se debe hacer. Para hacer las cosas correctamente hay que tener en cuenta dos factores, la edad del árbol y la gestión del bosque. 

La edad del árbol es importante conocerla por una sencilla razón, los árboles no fijan CO2 durante toda su vida, sino que lo hacen mayormente durante los años de crecimiento. Este CO2 que absorbe el árbol se fija en sus estructuras formando la madera. Por eso se puede decir que cuando deja de crecer, el árbol, deja de fijar CO2. Cuando llega a una edad adulta se reduce su actividad fotosintética. Este es el motivo por el que hay que plantar árboles nuevos continuamente o renovar (controladamente) los anteriores si el espacio es limitado. 

Por otro lado se debe considerar la gestión del bosque. Para eso se inventó la certificación FSC (Forest Stewardship Council) que regula la forma en la que se administran los bosques. Esta certificación garantiza las buenas prácticas así como el mantenimiento de las zonas rurales y la potenciación de la economía rural. 

 

La producción de madera, si es de origen sostenible, significa un recurso ilimitado, renovable y con muchos beneficios para todos. 

Es por esto que decidimos actuar y producir con madera. 

Únete al cambio. 

Usamos Cookies para mejorar nuestro servicio
Gracias!! Te has suscrito correctamente
Este email ya está registrado