Y al final lo conseguimos

Llegó octubre y lo teníamos todo listo:
 
  • Un nombre
  • Un fabricante que solo usase madera sostenible
  • Un diseño para los relojes.
  • Habíamos reducido el packaging al máximo.

Después de varias semanas encerrados trabajando, nos dimos cuenta de que faltaba algo. Los envíos de los relojes no había manera de reducirlos, el producto tenía que llegar a las personas.

Yo estaba "acojonado", tantas horas de trabajo y se nos había olvidado lo más importante. Y si no salía bien nunca podríamos salir al mercado porque no podíamos cumplir nuestra promesa.

Empezamos a buscar soluciones y formas de compensar el impacto de nuestros envíos. Escribimos a cientos de fundaciones y nadie nos ofrecía la flexibilidad que nosotros necesitábamos para empezar. Claro, es normal... Aún no habíamos vendido ni siquiera nuestro primer reloj y ya queríamos montar un bosque con el nombre del movimiento. Teníamos claro que íbamos a plantar hectáreas y hectáreas de árboles. Tantos como fuese necesarios para mejorar la situación climática actual. Pero nuestra palabra no les valía...
 
Hasta que un día recibimos un email, ¡ERA REAL! el bosque Atopia iba a existir. 
 
Así empezamos a plantar el bosque Atopia. Un bosque que es de todos vosotros, os pertenece. Esos árboles llevan vuestro nombre.
 
Gracias a vosotros la Amazonia recuperará su mayor esplendor. Y tú eres parte de esto. 
 
Hace unos días recibimos las primeras fotos de los árboles, mira:
La verdad es que hasta nosotros nos sorprendimos. Pero ya era una realidad, una realidad que queremos que disfrutes con un 10% de descuento. 
Esto sin tí no funcionaría, así que GRACIAS
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